EL FUERO DE BRAÑOSERA
Nos remontamos 1200 años atrás…
A principios del siglo IX d. c. Castilla que no pasaba de ser un agregado de condados dependientes aun del reino Astur-Leonés, comienza la repoblación de la parte septentrional de la península ibérica.
Munio Núñez Rasura, Señor y Conde de Amaya, nacido en Brannia Osaria (Brañosera, Palencia) sobre el año 790 d. C; y nieto de D. Rodrigo, Conde de Castilla; fue uno de los primeros gobernantes de la zona peninsular dominada por la población “cristiana” que entiende la necesidad de organizar la repoblación para garantizar el avance frente a la invasión musulmana.
Así, junto a su mujer Doña Argilo, trajo a las tierras del Norte de Palencia cinco familias de los llamados foramontanos, concediéndoles el libre uso de todo el valle con la única condición de dar parte de ese uso al que quisiera venir a poblar el mismo, y pagara el tributo propio, como corresponde a la época feudal en que se dictó.
A cambio, los pobladores de Brañosera estarían exentos de vigilancia militar y del servicio en los castillos cercanos, pudiendo dedicarse en exclusiva, al trabajo de la tierra; con la consecuente consolidación de una población que posibilitaría más adelante, el germen necesario donde asentar comunidades estables.
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| Ilustracion de Munio Nuñez Rasura |
En definitiva, mediante la denominada CARTA PUEBLA, otorgada en Octubre del año 824 d. C. se reconoció a todos aquellos que quisieran trabajar aquellas tierras de modo permanente, el libre uso de las mismas, garantizándoles esta facultad con derechos hasta entonces desconocidos.
A través del Fuero de Brañosera, Munio Núñez Rasura, no solo demostró una habilidad innata y extraordinaria para organizar y decidir sobre el complejo orden del Derecho, faceta que le aguardaría en el futuro un destino legendario, pues años después se convertiría junto con Laín Calvo, en uno de los famosos Jueces de Castilla; sino que además, este gesto supone el primer acto formal de cierto peso donde un gobernante castellano actúa con absoluta independencia y autonomía del Reino Astur-Leonés mostrando así el camino que otros castellanos ilustres continuarían.
La importancia de El Fuero de Brañosera cuya vigencia fue después confirmada sucesivamente por Gonzalo Fernández (924) Fernan González (968), y Sancho García (998); es evidente, pues no sólo supone el primer complejo sistemático de carácter formal destinado a establecer una organización administrativa local del que se tiene prueba acreditada; sino que tuvo una notable influencia en el organigrama administrativo que ulteriormente constituiría el soporte territorial y político a través del cual se iría configurando Castilla como una nación independiente.
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Brañosera 824
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